La Misión Manuela Espejo nació con la idea de asistir humanitariamente a las personas con discapacidad. Un bono es importante, pero mucho más es el hecho de donar sillas de ruedas a las personas que viven en situación de pobreza y de pobreza extrema.

En la Misión, que se enmarca dentro de la política pública de garantizar una atención integral a las personas con discapacidad, participa directamente la esposa del Presidente de la República, Rocío González, quien se ha desplazado por todo el país con un grupo de colaboradores para llegar con ayuda al mayor número de hombres, mujeres, niños, ancianos. La visita más reciente de esta misión fue en Guayaquil, en un recorrido en la parroquia Pascuales.

Las adversidades que afrontan cada día estos ciudadanos fueron constatadas personalmente por el presidente de la República, Lenín Moreno. “Aquí estamos -dijo- la Misión Manuela Espejo, para decirles a estas personas que no están solas y que cuentan con el respaldo del Gobierno Nacional”.

En Pascuales se verificó la situación de Melington Véliz, quien presenta discapacidad en el 77% de su cuerpo como consecuencia de una hemorragia intracraneal que lo dejó inmovilizado. Recibe terapias en su domicilio a través de otro de los programas emblemáticos del Gobierno, el Médico del Barrio. Véliz recibió una silla de ruedas que le permitirá mejorar sus capacidades de movilidad.

Moreno, su esposa y la comitiva presidencial visitaron a varias familias de Pascuales. Después anunció que se beneficiarán del programa Casa para Todos, un plan que entrega viviendas a las personas en situación de pobreza. La esposa del Mandatario explicó que las casas son hogares que se edifican con la filosofía de crear comunidades de convivencia armónica y que, además, cuentan con parques inclusivos donde se hacen actividades dirigidas a las personas con discapacidad.

Hasta el 31 de diciembre se identificaron a 103.181 personas con discapacidad en todo Ecuador. Para este año se prevé incrementar el número de beneficiarios de las ayudas técnicas. (O)