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Con sorpresa e indignación, decenas de miles de ahorristas y cuentacorrentistas de las entidades financieras Produbanco, Pichincha y Guayaquil recibieron el martes pasado y ayer correos electrónicos con un mensaje por demás cuasi “obsceno”: para los firmantes de los correos, los principios bancarios están en riesgo porque “se pretende que los bancos no se manejen con criterio técnico sino político”.
Tras señalar una serie de argumentos que nunca antes los hicieron cuando las entidades financieras en general -gracias a políticas gubernamentales- favorecían a los dueños y no a los ahorristas, los firmantes (Rodrigo Paz, Abelardo Pachano, Fidel Egas, Antonio Acosta, Danilo Carrera y Ángelo Caputi Oyague) afirman: “la economía camina porque los bancos cuidamos escrupulosamente cada centavo que nuestros clientes nos han confiado”. Ya no dicen, como el mismo Pachano lo declaraba paladinamente, que la plata no era de los ahorristas sino una inversión de los accionistas.
Sucede que ahora sí son los ahorristas los que sostienen el sistema financiero, que sus “centavos” son los que hacen que la economía nacional esté bien. Pero se olvidan de que, como lo dijo otro banquero (Fidel Egas), la inversión social del Gobierno y el incremento de la capacidad de consumo de los ahorristas han “bancarizado” la economía y, por ende, fortalecido al sistema financiero.
Lastimosamente los banqueros, cuando ven disminuir sus ganancias, se acuerdan de quiénes son su razón de ser, pero cuando se trata de distribuir la riqueza lamentan toda política social. El sentido común nos invoca a preguntar: ¿por qué no hubo un correo electrónico, una carta, un anuncio durante el feriado bancario? ¿Por qué se gastan tanta plata en los remitidos de prensa para defender las ganancias que tenían previstas?