La Estrella de Panamá y El Siglo, diarios del grupo empresarial GESE, iban a detener hoy sus rotativas, pero recibieron un permiso para circular por 7 meses más. La razón del cierre no hay que buscarla en el ejercicio del oficio periodístico.

La causa es de orden delictivo: EE.UU. incluyó al accionista mayoritario del GESE en su ‘lista negra’, esto es, en la nómina de quienes manejan dineros sucios. Formalmente, ambos diarios no han sido acusados, pero ya arrastraban sus cadenas, desde que Abdul Waked, un panameño de origen libanés, entró en la ‘Lista Clinton’ de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro. Se le acusa de lavar dinero del narcotráfico.

Y si bien constitucionalistas panameños dicen que la acción estadounidense es “una ofensa a la patria”, lo cierto es que con el cierre de los 2 diarios la sociedad panameña perdería espacios de información. La prensa, como negocio, corre a veces el riesgo de caer en celadas que les tienden sus propios accionistas. Y los periodistas pagan los platos rotos. (O)