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Pocos días después de la denuncia de violaciones a tres escolares en un colegio de Guayaquil, que derivó en la detención de tres profesores y la destitución de la rectora del plantel, aparece ahora el caso de la presunta violación y abusos sexuales a 84 menores en un colegio de Calderón, al norte de Quito. La Fiscalía de Pichincha y la Policía Nacional confirmaron la detención de un profesor como el principal responsable de este nuevo caso de aberración sexual.
¿Qué nos está pasando como sociedad? Hemos llegado a un punto en el cual parece que ni las leyes que existen son suficientes para detener o prevenir que esto suceda; las sanciones tipificadas en la legislación tampoco. El trauma que genera una violación es mucho más fuerte de lo que nos podemos imaginar. ¿En quién podemos confiar?
Mucho se ha escrito sobre la prevención, pero los casos se suman y se repiten sin control. Esas víctimas y sus familias merecen respuestas mucho más convincentes. (O)