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Ahora nos ocupa y nos duele la muerte de dos jóvenes argentinas. Pero en el mundo entero ocurren casos como estos que no tienen una explicación tan básica como quisieran algunos: robo y abuso a causa de un ‘desliz’ de las chicas. Bajo ese argumento -falaz y machista- todas las mujeres estarían mucho más seguras encerradas en sus casas. Y con ello los hombres no serían tentados a cometer crímenes. De plano hay que rechazar esto por todos los medios posibles: tanto las mujeres como los hombres nacemos libres para divertirnos, trabajar, pasear y hacer uso de nuestros cuerpos con soberanía. A nadie le cabe en la cabeza crímenes de esta magnitud. En Argentina pasó con dos chicas francesas (Houria Moumni y Cassandre Bouvier) a mediados de 2011. Acaba de ganar un Oscar la actriz Brie Larson por Room, una película que describe la violencia contra una mujer secuestrada junto a su hijo, procreado por el mismo secuestrador. Ya basta de ver en las mujeres las culpas y responsabilidades de la violencia machista y sexista. El planeta entero debe acabar con ella y los hombres tienen el rol más importante para erradicarla. (O)