Sí. ¡Aunque parezca mentira! Los legisladores de esas tres bancadas han dicho, de un modo y de otro, que la reforma tributaria para que la banca contribuya al financiamiento del alza del Bono de Desarrollo Humano (BDH) busca “estatizar el sector financiero”, que con ello se “profundiza el modelo neoliberal” y que será “la caja chica para las ofertas electorales”.

Por supuesto, van a votar en contra. Se han plantado en esa posición, defendiendo posturas y tesis, desde sus puntos de vista, que “sí quieren transformar el sistema capitalista”. Pero no han explicado cuáles ni cómo se van a plantear frente a la postura de los banqueros. Sospechosamente coinciden con éstos y desatan la sorpresa de cualquier analista.

Hasta ahora, de lo que se desprende de las reacciones al documento enviado a la Asamblea, todo indica que los sectores productivos (las cámaras de la producción, los gremios de los empresarios y de los banqueros, los exportadores e importadores) van a hacer un solo frente para oponerse a la medida, que en boca del presidente de la República, Rafael Correa, busca “socializar las ganancias” de los bancos.

Pero que la izquierda ponga peros da lugar a pensar en varias hipótesis. Una, la más cercana, es que en campaña electoral todo lo que salga del Ejecutivo será motivo de oposición porque, por tradición, se piensa que oponiéndose a todo se ganan las elecciones.

Segundo, que han olvidado que el sector financiero es el que más rentabilidad obtiene en un sistema inequitativo.

Tercero, que a propósito de su oposición al gobierno, ahora dejan de lado el historial del feriado bancario. Respetable la  posición de esos tres partidos, pero revela un cambio de “mentalidad” que no se compadece con sus propios postulados.