Publicidad
Ecuador reiteró su vocación de paz y de diálogos y, en ese sentido, su irrestricto apoyo al proceso de pacificación de Colombia que vivió más de seis décadas enfrentado al accionar de varios grupos guerrilleros, muchos de los cuales se negaron a dejar las armas y actúan en la más absoluta impunidad en la zona fronteriza con nuestro país.
La narcoguerrilla es la causante del estado de violencia en la frontera norte, donde han sembrado el miedo y el terror entre los habitantes de San Lorenzo, Mataje, El Pan, Borbón. El Gobierno Nacional mantiene en esa zona el estado de excepción; y en Mataje, en donde fue secuestrado el equipo periodístico de El Comercio, ayer se iniciaron las clases. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional mantienen el orden público.
En su acostumbrada intervención en radio y televisión, la noche del lunes, el presidente Lenín Moreno explicó su decisión de no continuar con el respaldo a las negociaciones de paz que el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) mantenían en nuestro país. “Debemos hablar menos de la paz y ponerla más en práctica”, fue la expresión contundente del Presidente. No se puede permitir, explicó, que se debata sobre la paz en los foros internacionales mientras en la frontera siguen disparando. La crisis que vive el país desde el 27 de enero, cuando un coche bomba destruyó el cuartel policial de San Lorenzo, es producto del narcotráfico que se instaló en Colombia.
Ecuador siempre ha expresado su apoyo a Colombia, ha contribuido para que el proceso de paz llegue a feliz término. Desde febrero de 2017, Ecuador es garante y ha colaborado activamente. Sin embargo, Lenín Moreno considera que ha transcurrido bastante tiempo para que el ELN dé una clara señal de su deseo de firmar la paz y para eso debe detener sus actividades terroristas que se resumen en explosiones, secuestros y muerte de rehenes.
La vigilancia y el control en nuestra frontera norte, explicó el Presidente de la República, se ha intensificado con el envío de los mejores efectivos y recursos para garantizar la paz. (O)