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Vivir en Guayaquil no es fácil. Además de las complicaciones que cada habitante tiene en su vida cotidiana, debe enfrentar un conjunto de molestias que llega a irritar, incluso al más humilde y tolerante ciudadano.
El extremo calor y la humedad de los últimos días, sumados al caos vehicular en la mayoría de calles y avenidas debido a las obras inconclusas de una nueva troncal para la Metrovía, ponen a prueba el carácter y la paciencia de la ciudadanía frente estos y otros problemas. Y cuando se supone que en casa se espera hallar tranquilidad familiar, se encuentra con que los servicios destinados a satisfacer las necesidades básicas están afectados por la improvisación e inoperancia de las concesionarias. Por ello es lamentable que 2011 termine como uno de los peores años en la administración de Interagua, debido a que la ciudad ha sufrido no menos de siete cortes masivos. Y este sábado volverá a restringir el servicio de agua potable desde las 20:00 hasta las 18:00 del siguiente día, afectando a casi todos los sectores de la ciudad.
En esta ocasión Ecapag ha informado que la urbe tiene 4.250 km de tuberías, de los cuales 560 km presentan constantes averías y fugas. Según el organismo, en la planificación para el quinquenio 2011-2016 han previsto reemplazar todas las redes obsoletas.
Los guayaquileños nos caracterizamos por ser pacientes, tolerantes y conscientes de que las viejas redes, por el hecho de haber superado con creces su vida útil, no resisten más reparaciones; sin embargo, la paciencia tiene también límites: desde hace una década la concesionaria no ha podido detectar, solucionar ni reducir los problemas, pues los trabajos siguen inconclusos, y, pese a los continuos cortes, los usuarios no recibimos ningún descuento en las planillas. Las quejas se multiplican y aspiramos a que los responsables nos entreguen soluciones.
Este punto caliente del Pacífico está entrando en la temporada invernal y se aproximan complicaciones sanitarias derivadas de la lluvia.