El 1 de diciembre de 1999 la Unesco declaró a Cuenca Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ocurrió 21 años después de que la capital, Quito, fuera la primera ciudad en el mundo en recibir un reconocimiento tan alto a causa de su belleza arquitectónica que asombra a todos, especialmente a los turistas.

En el caso de Cuenca, considerada la tercera ciudad del país, será la primera en estrenar un sistema limpio e inclusivo de movilidad integral, que se conoce como tranvía y que cambiará radicalmente el ritmo de la ciudad.

Recientemente en Cuenca se llevó a cabo un encuentro de las ciudades intermedias de América Latina, al que asistieron 600 representantes de diversas urbes que, después de tres días de reuniones, revisaron y aprobaron la agenda del 2030 en materia de desarrollo sostenible. “Las amenazas climáticas y los desastres naturales perjudican el desarrollo humano, por lo cual se requiere de un análisis riguroso de riesgos y competencias específicas para su tratamiento”, se dijo en la declaración oficial que, en el caso del Ecuador, fue suscrita por el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera.

El foro en esas ciudades se comprometió a generar programas de formación, educación y acompañamiento a emprendedores para apoyar el empleo y el trabajo, con especial atención a mujeres, jóvenes y adultos mayores.

No se concentraron solamente en los temas de movilidad o desarrollo sostenible, dedicaron gran parte de la declaración a denunciar las causas y formas de discriminación y violencia contra la niñez en los espacios públicos y contra las mujeres que, el 8 de marzo, conmemoraron su día internacional. Resaltaron el compromiso de los estados en lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y de las niñas, contemplado dentro de la nueva agenda urbana y en los objetivos del desarrollo sostenible. Se comprometieron a generar sistemas de movilidad y transporte sostenible y decente.

Esto último es muy importante y Cuenca, con su innovador sistema de transporte, se adelanta a esa iniciativa. ( )