Algo pasa y se entiende de muchos modos: cada día se aprehenden grandes cantidades de droga en los puertos y aeropuertos. ¿Por qué no ocurría antes algo así?

¿Acaso la misma institución de ahora  no funcionaba con la misma eficiencia antes? ¿Los grupos ilegales se han descuidado más o sobornan menos? Lo cierto y en beneficio de la sociedad es que esas capturas alertan sobre un grave problema y, a la vez, destacan la tarea de la Policía y las autoridades.

Sobre lo primero: esas toneladas revelan un gran negocio en desarrollo. Sobre lo segundo: cuando la decisión política es determinante, la eficiencia se incrementa y justifica los recursos públicos.

Por lo pronto, hay que estimular el mejor y productivo trabajo policial para garantizar una seguridad integral.