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Un miembro de la fuerza pública se ha entregado voluntariamente. Y según las autoridades, sus primeras declaraciones dan más pistas sobre una hipótesis expuesta desde el principio: el fatídico 30-S no fue una protesta espontánea de un ‘putsch’ policial. Al contrario, hubo un plan desestabilizador, bajo el pretexto de reclamos infundados
La investigación inicial dejó mucho que desear: ‘quemó’ mucho tiempo, evidencias y testimonios. Y ahora, más de tres años después, parecería que tenemos un panorama mucho más claro de lo que en realidad ocurrió, los responsables directos y, sobre todo, sus intenciones políticas.
Que no sea como con Angostura, que la hipótesis inicial la descartó la prensa comercial y ahora sabemos quién realmente actuó detrás. ¿Ocurrirá lo mismo con estas revelaciones?