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Recoger firmas y convocar a una consulta es un acto legítimo y democrático. Así lo ha hecho varias semanas el colectivo Yasunidos con el apoyo, sorpresivamente, del aparato político y mediático de la derecha. Su causa es válida, pero no es la única.
Que los medios se pongan de su lado y desoigan otras voces no les da ni toda la legitimidad ni toda la autoridad para decidir cuándo y cómo se aplican las leyes y reglamentos. Victimizarse no es un acción política responsable y menos aparecer como los únicos ‘inmolados’.
Si van a cumplir con lo que profesan (tolerancia y respeto) háganlo en todas las instancias y causas. Verificar las firmas y los documentos es una obligación legal, pero si sospechan de algo hagan bien sus veedurías y no respondan con violencia.