Para nadie resulta extraño que la frontera norte de la provincia de Esmeraldas, desde el lado colombiano, estaba abandonada y que se había convertido en una zona donde el narcotráfico actuaba sin control. La primera constatación se produjo el 27 de enero cuando un carro bomba explotó y destruyó el cuartel policial de San Lorenzo.

La violencia comenzó a escalar con la muerte de cuatro infantes de Marina y posteriormente con el secuestro y asesinato de un equipo periodístico de diario El Comercio, que había llegado a Mataje para escribir un reportaje. ¿Por qué ocurrió todo esto? ¿Quiénes son los responsables? Las respuestas las obtuvo un equipo de Ecuador TV que viajó a Bogotá en busca de información y logró una entrevista con el experto colombiano en materia de seguridad Ariel Ávila, un reconocido investigador y vocero de la ONG Fundación Paz y Reconciliación, que ha estado muy activa en las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla.

En un anticipo de lo que será el programa Del otro lado de la frontera, que se difundirá mañana, a las 20:00, Ávila denuncia el abandono de la frontera norte, un hecho que ha derivado en que grupos disidentes de las FARC, del Clan del Golfo y paramilitares se instalen en la zona.

En el lado colombiano, según Ávila, no existe la presencia formal de militares. Respecto al asesinato de los periodistas, sugiere que se produjo porque el Ejército colombiano estuvo muy cerca del campamento donde estaban los secuestrados en territorio de Colombia. Y anota que mientras el Gobierno de Ecuador buscó una comunicación con el grupo disidente de las FARC para lograr la liberación de los cautivos, los colombianos reaccionaron con un operativo militar.

Al parecer estuvieron (las tropas colombianas) a apenas 400 metros del campamento de alias “Guacho”. En su huida -siempre según la versión de Ávila- acribillaron con tiros de gracia en la cabeza a los tres integrantes del equipo periodístico. Estas revelaciones del experto tienen el valor de aportar al esclarecimiento de la verdad. (O)