Su vocación de servicio a la comunidad, su militancia en la izquierda y al mismo tiempo la admiración que le causó la Revolución cubana. Un repaso a la actual situación geopolítica mundial y la enorme preocupación por la crisis venezolana, la llegada al poder como vicepresidente cuando Rafael Correa ganó las primeras elecciones.

Fueron algunos de los temas que desarrolló el Presidente de la República durante una disertación en la Universidad de Harvard titulada “Producir con la derecha, repartir con la izquierda”. Fue la última actividad de Lenín Moreno en su gira a EE.UU., que comenzó con una intervención en la 73ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, que estuvo dirigida por la excanciller María Fernanda Espinosa.

“Soy de esa generación que vibró con el marxismo, que entendió la dialéctica y miró al mundo desde el materialismo histórico. Que sintió suya la Revolución cubana, que soñaba con empuñar las armas para emancipar al campesino y empoderar al obrero”. Y a continuación la larga bibliografía de pensadores y líderes de la izquierda mundial, como Rosa Luxemburgo, Hegel, Marx, Engels, Mao, Lenin y Gramsci. “Nos desangramos con Allende y soñamos con la dictadura del proletariado”.

El mensaje al auditorio compuesto por académicos y estudiantes fue también propicio para narrar su experiencia como militante de izquierda. Y ahí la aclaración de cómo comenzó la Revolución Ciudadana que postuló a Rafael Correa, “un joven economista que no había militado en la izquierda”, pero tenía evidentes convicciones humanistas y socialistas y que le preocupaba Ecuador. Como Vicepresidente llevó a cabo misiones solidarias que nadie había realizado en el país.

Y la explicación de por qué no continuó en el segundo período de Correa. Moreno se definió como un demócrata que no está de acuerdo con las reelecciones, y por eso dejó el gobierno en 2013. Reconoció los proyectos emprendidos por su antecesor en el poder, pero criticó que hizo un gobierno que priorizó el gasto y no la producción. (O)