Publicidad
El Presidente de la República participó ayer por primera vez en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un mensaje lleno de expectativas dejó clara la vocación pacífica del Ecuador, pero hizo una exhortación categórica para que se pusiera fin a las guerras y a los bloqueos entre los pueblos, como por ejemplo el que sufre Cuba. Que se respete la soberanía de los pueblos y que las diferencias se resuelvan mediante diálogos fueron sus recomendaciones en el foro integrado por 193 países.
El militarismo -dijo el Presidente- “solo trae sufrimiento, dolor y muerte”. Ecuador fue hace pocos días el anfitrión en las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla. El otro gran desafío planteado en la ONU fue la lucha contra la alarmante desigualdad social. “Como humanidad estamos fallando; debemos comprometernos con la construcción de la paz”, dijo tras advertir que asistimos a la posibilidad de una confrontación nuclear. (O)