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Esta semana que concluye estuvo dedicada a la lactancia materna. Es una conmemoración mundial para concienciar a la población sobre la importancia de esta práctica. La sociedad, al menos en Ecuador, ya ha comprendido que la leche materna es fundamental para un bebé.
Pero aún hay problemas por solucionar. Tal vez el más urgente es el desarrollo de lactarios en las empresas: lugares acondicionados para que las mujeres puedan extraer su leche y conservarla adecuadamente para luego alimentar a sus hijos cuando regresen a casa.
La visión machista concibe a estos espacios como innecesarios, o incluso como un lujo, solo posible para grandes compañías. Por ello las madres se ven obligadas a encerrarse en los baños, en un ambiente inadecuado. A eso se suman los prejuicios sobre la lactancia por parte de quienes la consideran un acto privado.
Es hora de que el Ministerio del Trabajo emprenda una campaña para que los lactarios sean un derecho cumplido y no una aspiración. (O)