Publicidad
Hay una muletilla que se repite en la oposición: que la justicia no es independiente. Pero en los últimos días se ha evidenciado su imparcialidad. La Fiscalía detuvo a un exministro por el caso Odebrecht, que ya guarda prisión preventiva junto con su supuesto testaferro.
Eliminar la corrupción es tarea de todos los estamentos de la sociedad, pero como no hay sistema perfecto, este mal siempre estará en los distintos niveles de Gobierno.
Lo importante es que cuando se detecte se castigue porque la impunidad alienta más delitos, de allí la trascendencia de lo realizado el sábado pasado. Las investigaciones deben continuar, más allá de que Estados Unidos no quiera cooperar con la región. Por suerte otros países sí lo están haciendo. En las pasadas elecciones se exigía la lista Odebrecht, que ya se ha aclarado no existe.
La Fiscalía tiene la titánica tarea de indagar y hallar a los presuntos sobornados. Ya cayeron los primeros y no hay que detenerse. (O)