El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

Las cumbres de los presidentes, pueblos en abismos

El titular extrae una declaración del presidente Rafael Correa sobre la participación de los mandatarios en las cumbres que se hacen cada año con una pomposa agenda. Y es cierto que en esas cumbres se está revelando otra realidad: son tantas y con pocos resultados que los pueblos se acostumbraron a ver la foto oficial y seguir en el “abismo” porque sus problemas, los reales temas de obligatoria atención de todo gobernante, siguen a la cola de la agenda.

De todos modos hay otras “cumbres” que trastocan hasta el protocolo de las otras. La Unasur ya no solo es una instancia utópica o ideal, en la práctica asume retos concretos y los cancilleres de los países miembros realizan acciones mucho más objetivas e inmediatas con resultados que a mediano plazo dan resultados efectivos.

La Cumbre de las Américas, a realizarse en Cartagena el 14 de abril próximo, cuya primera edición ocurrió en 1998, en Santiago de Chile, no ha forzado cambios de fondo en la relación continental, en el llamado permanente a la integración económica, comercial y cultural bajo la misma lógica de mercado que impone EE.UU.

Esa cumbre nunca discutió dos temas centrales: la exclusión de un país como Cuba, que ahora Rafael Correa subraya como un asunto de dignidad para América Latina; y el peso del narcotráfico en la violencia creciente del continente, sin contemplar la responsabilidad de EE.UU. en su lucha para acabar con la demanda y consumo en su propio territorio.

Si esos no son temas trascendentes y medulares, entonces la Cumbre de las Américas de Cartagena será otro saludo a la bandera y los mandatarios regresarán a sus países sin ninguna noticia buena para sus conciudadanos. A lo mucho  con menos certezas y más angustias. ¿Volverán solo con la foto oficial teñida de sonrisas falsas? Quizá sí.