La campaña electoral empieza hoy y termina el 4 de febrero de 2021. Algunos de los 16 candidatos presidenciales han organizado actos de lanzamiento para promocionar sus programas de gobierno en medio de la pandemia.

Los postulantes podrán hacer caravanas motorizadas y caminatas, de acuerdo al Protocolo para Prevención de la covid-19 en la Campaña Electoral del Proceso Electoral 2021, del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Esas caminatas tendrán entre 200 personas a 100 personas (según el número de habitantes), mientras que las caravanas podrán contar con 50 vehículos hasta máximo 20.

Ayer, el COE Nacional exhortó a los líderes de partidos y movimientos políticos, especialmente a los candidatos de elección popular, a desarrollar las actividades de proselitismo con las normas de bioseguridad y el protocolo del CNE para evitar aglomeraciones. Aglomeraciones que pueden aumentar el número de contagios y generar una sobredemanda de los servicios hospitalarios.

El ECU 911 registra en total 389 concentraciones políticas, del 1 de agosto al 22 de diciembre, con 54.085 personas. Las provincias con el mayor número son: Guayas con 90 y 11.564 personas; y Pichincha con 85 y 12.825 personas.

Los candidatos que participan en la campaña electoral deberían evitar los mítines porque allí no se respeta el distanciamiento social, no se usan las mascarillas de manera adecuada y pueden ser una bomba de tiempo para la salud de todos.

Los políticos pueden buscar otras estrategias creativas para informar y difundir sus propuestas de gobierno. Eso ya se hizo en otros países del mundo que tuvieron comicios en este año de emergencia sanitaria.

Incluso, en Corea del Sur la campaña electoral fue suspendida por las necesidades de distanciamiento social y se cancelaron las manifestaciones. Pero los partidos políticos se comunicaron a través de las redes sociales y las aplicaciones telefónicas, así como de propaganda a través del servicio postal tradicional. Mientras que la Comisión Nacional Electoral (NEC, por sus siglas en inglés) alentó la votación anticipada o por correo.

También hace falta la corresponsabilidad ciudadana porque el Estado no puede trabajar solo en la pandemia.