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La violencia no da tregua en México. De ese país, casi a diario surgen noticias horrendas, como la del asalto a una familia en una carretera, donde asesinaron a un bebé y violaron a la madre.
Ahora el blanco del crimen organizado son los periodistas. Seis de ellos han sido asesinados en lo que va del año, convirtiendo a México en uno de los países más riesgosos del mundo para ser comunicador.
La sociedad clama “ni uno más”, sin embargo, hay un silencio regional ‘ensordecedor’. ¿Dónde están las instituciones como la OEA, CIDH y los gremios? ¿Qué hubiera pasado si esa estadística fuera en Ecuador o Venezuela? ¿Tendríamos el mismo nivel de protesta? Probablemente no.
El hemisferio no puede hacerse de la vista gorda ante lo que ocurre en México. Hace dos años, 43 normalistas desaparecieron a manos de policías y la versión oficial fue desacreditada por peritos internacionales. Nadie dijo nada aquella vez tampoco. ¿Continuará el silencio? (O)