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La violencia de género se ha convertido en una pandemia regional. El grito “Ni una menos” retumba en todo el continente.
El Presidente de la República ha emprendido una iniciativa para enfrentar este problema que requiere el apoyo de toda la sociedad, ya que, debido a que los abusos se suscitan al interior de los hogares, el Estado poco puede hacer sin el respaldo ciudadano.
El país precisa un cambio cultural, pero paralelamente se necesitan varias acciones. La Asamblea debe reformar o crear nuevas leyes que protejan a las víctimas e impongan fuertes sanciones.
La educación también es importante para inculcar a los niños el respeto a la pareja; así, en la adultez, no serán indiferentes ante ningún tipo de maltrato y actuarán de la mejor manera para impedirlo.
Asimismo, la justicia debe cumplir a cabalidad con su rol. Se debe evitar la revictimización de las mujeres y que los jueces de todo el país conozcan todos los enfoques de la violencia intrafamiliar. (O)