Algunos actores políticos denuncian con frecuencia a Ecuador como un territorio en el que  las libertades han desaparecido.

Si fuese cierto, los argumentos no darían para tal dimensión. Pero, además, el criterio central es que en nuestro país la justicia está en manos del Gobierno y a la vez denuncian que “Correa le quiere meter la mano a la justicia”. ¿En qué quedamos?

Lo delicado de todo es que las demandas sobre ausencia de libertades son ahora denunciadas en Washington, sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de la cual no es adherente el país que la acoge. Y aunque todo esto fuese vano, a la luz del tema central, lo que importa es hasta dónde esa actitud de ciertos actores políticos solo tiene sentido mediático en la misma medida que los periódicos están en clara actitud opositora, sin lugar a dudas.

Si años atrás la Conaie o un periodista de El Universo hubiese acudido a esa Corte no habría recibido un titular de primera página, en ese periódico. Ahora usan perversamente la lucha de los movimientos sociales para hacer oposición al Gobierno.

Y aquellos saben que pueden recibir atención de los medios solo porque con lo que hacen legitiman la presunta lucha por las libertades, de la cual se abandera el llamado “mayor diario nacional”.

A pesar de ellos, la información y la toma de conciencia sobre la complejidad política, la disputa democrática y hasta la oposición de cualquier clase no pasa porque un diario titule o un entrevistado(a) sentencie; pasa solo porque la ciudadanía tiene más fuentes de información y recibe de primera mano obras, atención, resultados y, sobre todo, una economía estable que garantiza trabajo y propicia un ambiente de paz, que no quiere decir ajeno de contradicciones.