Publicidad

Ecuador, 07 de Junio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

La sentencia como la figura de una disputa histórica

16 de febrero de 2012

Han sido casi doce meses. Desde el inicio se marcó una tesis: lo que estaba en juego era la libertad de expresión. Y así la sustentaron y hasta la suscribieron quienes defienden mediáticamente un principio que no es exclusivo de la prensa sino de la ciudadanía. Alrededor de esa tesis han girado todas las actuaciones jurídicas, periodísticas y hasta internacionales, olvidando el asunto de fondo y la raíz del conflicto: el uso de la palabra y de un periódico  (a costa de la audiencia) para injuriar y señalar imputaciones sin pruebas.

Desde que se instauró el juicio contra el diario El Universo hay un cambio en los periódicos: ahora rectifican, corrigen y piden disculpas. ¿Por qué? Obvio, no solo por la existencia de un juicio, sino por el reconocimiento tácito de que antes se cometían errores, se lanzaban calumnias e injurias (como ocurrió en su momento antes del asesinato de Eloy Alfaro) y se publicaban informaciones con claros intereses políticos.

Al final, también este juicio y confrontación política han servido a algunos actores políticos para sustentar una agenda de oposición. Claro, ahora se pone por delante la defensa de las libertades y con eso se revelan en su condición y matriz ideológica: el liberalismo. ¿Y dónde quedan los derechos de las personas? ¿Es posible la absoluta libertad de unos a costa de los derechos de otros?

Y por lo mismo, más que una sentencia a un diario o a una persona, se trata de un hito político alrededor de una confrontación y conflicto democrático. El mismo está marcado: hay unos sectores que han hecho de los medios sus escudos y banderas para oponerse a un proyecto político democrático, legitimado por la voluntad popular y por el reconocimiento de su gestión.

Lo que venga después es una sola condición para todos los actores del conflicto: respetar los derechos y libertades, sí. En su plenitud y absoluta condición de cada uno. Con ello se puede y se debe convivir democráticamente, no hay otra fórmula.

Noticias relacionadas

Publicidad Externa

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Social media