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Los accidentes de tránsito se encuentran entre las cinco principales causas de muerte en Ecuador. Hoy por hoy, es más fácil que un ecuatoriano pierda la vida en un bus que como víctima de un asalto. La tragedia ocurrida el pasado fin de semana, en la carretera Alóag-Santo Domingo, es una evidencia más de esta situación.
Del lado del Gobierno se ha convocado a un plan nacional para dotar de seguridad a las vías, y no se excluye dar paso a una reforma legal que coadyuve a ese propósito.
Afrontar el problema requiere una visión integral: autoridades, transportistas y usuarios tienen que aportar soluciones desde su óptica.
Pero las cooperativas tienen un rol fundamental: no pueden permitir que un chofer con 52 infracciones siga al volante. Ciertamente está incapacitado para transportar seres humanos. La Fiscalía tiene que investigar para establecer si hubo negligencia y que los jueces impartan las sanciones del caso. (O)