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Por muchos años afrontamos el tema de subsidios desde diversas lógicas e intereses. Y no se asumió como un asunto de fondo porque la economía y el Estado no estaban amparados ni administrados desde un sentido social, y menos para favorecer necesariamente a los más requeridos de cualquier subsidio.
Ahora se ha puesto el tema en discusión y nacen de nuevo varias visiones y versiones de cómo salir de los mayores subsidios, sobre todo de aquellos que significan, en la práctica, una ayuda considerable a quienes menos lo necesitan.
De ahí que los aportes y las propuestas sean bienvenidos para asumir este reto en favor de mejorar la calidad del gasto -no perjudicar a los sectores sociales más necesitados- y generar nuevos procesos a favor del verdadero cambio de la matriz productiva, como espera el Gobierno.