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Una de las grandes demandas ciudadanas es la transformación de las urbes a favor del Buen Vivir. De eso no cabe duda. Por lo mismo, en el comienzo de la campaña electoral, lo más importante a debatir será cómo se explican las propuestas para una revolución urbana.
Ecuador la requiere y de urgencia. Hay ciudades que van por ese camino y tienen retos para profundizar sus procesos, pero hay otras donde es lamentable la ausencia de planificación, además de que sus prioridades son el embellecimiento y las supuestas regeneraciones, sin considerar a los seres humanos.
Si por algo debemos sentirnos orgullosos en esta campaña es de oír propuestas reales y plausibles para mejorar la calidad de los servicios básicos, y de una verdadera utilización del espacio público a favor de la gente.