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Siempre será un tema complejo. Pero siempre pasa por una definición democrática. La alternancia, dentro de la matriz liberal, tiene un sentido paradójico: funciona siempre y cuando sostenga sin riesgos el sistema capitalista y no afecte a su esencia especuladora y de acumulación. Cambian los presidentes pero no las sociedades. Ahora, al avecinarse las elecciones de los gobiernos locales, nace la discusión de si un alcalde con 14 años de administración debe o no reelegirse. La pregunta es si solo se trata de un mandato más o de definir qué tipo de ciudad quieren sus habitantes. Y lo mismo habría que decir si entra en juego la posibilidad de una reelección presidencial indefinida. ¿La ciudadanía está de acuerdo con ello o hacer lo mismo que con las alcaldías bajo un modelo único?