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Hoy, en Bruselas, los equipos negociadores de Ecuador y la Unión Europea inician la primera ronda para asentar el terreno de un posible acuerdo comercial. Y como tal, constituye un evento de suma importancia, valorado desde diversos puntos de vista, por analistas, ministros y empresarios.
Lo fundamental, como lo ha dicho el presidente Rafael Correa, es que cualquier documento que se suscriba no podrá violentar ni menoscabar la soberanía del país y mucho menos imponer condiciones que afecten el desarrollo, el paradigma del Buen Vivir ni el cambio de la matriz productiva.
Durante esta semana se conocerá el avance. Cuando la delegación de la Unión Europea venga a Ecuador -en la segunda ronda- será más plausible abundar en los detalles de un posible acuerdo.