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Ecuador, 29 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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La perseverancia permitió que Manabí se levante

Nadie que haya visitado Manta o Portoviejo en los últimos meses pudiera imaginar que esas ciudades, además de Bahía y Pedernales, solo por hablar de Manabí, sufrieron una terrible destrucción por causa del terremoto del 16 de abril de 2016. En el caso de la capital manabita se ven algunas cuadras y manzanas con terrenos baldíos, señal de que ahí hubo un edificio que se desplomó y cuyos escombros ya no existen.

En Manta se observan aún algunos edificios con sus paredes cuarteadas; pero solamente cuando se llega al corazón del populoso barrio Tarqui se nota que allí hubo destrucción y se trabaja intensamente para la reconstrucción. El barrio recuperó primero su actividad comercial, lo mismo ocurrió con el mercado de pescados y mariscos que solo dejó de funcionar unos pocos días.

Existen obras más lentas que levantar casas y edificios; ese es el caso de las redes de alcantarillado o el soterramiento de cables de energía eléctrica.

Ocurre en Tarqui y también en Pedernales, donde se registró el epicentro del terremoto. El fenómeno telúrico, de 7,8 grados en la escala Richter, dejó también un saldo de 671 fallecidos y miles de damnificados que perdieron sus casas, aunque la mayoría las recuperó. El Presidente de la República visitó el lunes la provincia de Manabí. “Nada podrá abatir el corazón de los ecuatorianos.

Hace dos años el país entero se unió para superar una de sus tragedias más grandes”, escribió en su cuenta Twitter. Aprovechó su visita para aludir a la paz y a la voluntad de luchar por ella, especialmente a raíz de los trágicos episodios ocurridos en la frontera norte del país cuando un grupo de delincuentes secuestró y posteriormente ejecutó a tres trabajadores de diario El Comercio (un fotógrafo, un periodista y el conductor de una camioneta).

Nuestro país conoce de tragedias y adversidades y también sabe cómo superarlas. El terremoto de Manabí, cuya reconstrucción demandó un poco más de $ 3.000 millones, logró unir a un Ecuador siempre solidario. A eso se suma la perseverancia de los manabitas para superar las adversidades. (O)

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