Publicidad
En las últimas semanas hay un soterrado debate en el que el sector privado y el aparato mediático conservador piden al Estado garantizar el empleo. Pero la pregunta que cualquier ciudadano y el sentido común plantearían es si el sector privado depende solo del Gobierno para sus propios procesos de empleo. Nadie duda de que hay dificultades económicas, y la causa principal no está precisamente en el gasto público, como se subraya. Todos sabemos que la caída del precio del petróleo no es una decisión tomada en Carondelet o en la Asamblea Nacional y, a pesar de ello, se insiste en que reduciendo el gasto público se superarían los problemas económicos. Aquello, según esa visión, implicaría botar personal y eliminar la inversión en los proyectos estratégicos. Entonces, si el Estado hiciera eso, ¿los empresarios dejarían de despedir personal? ¿Habría más fuentes de empleo en el sector privado para quienes dejen la función pública o todo lo contrario? Hay sofismas que se caen por su propio peso y, por lo mismo, lo único que se debe exigir es responsabilidad a la hora de hablar, criticar y ‘analizar’. (O)