La minería industrial en Ecuador se encuentra en etapa de exploración; y si se compara con la realidad de países cercanos, como Perú y Chile, es aún incipiente. Pero las condiciones podrían cambiar, las inversiones crecer y también las posibilidades de generar empleos directos e indirectos. Todo esto se puede lograr mediante la práctica de una minería responsable con el medio ambiente, con reglas jurídicas claras, con el respeto a las comunidades que viven alrededor de los proyectos señalados por las autoridades como posibles de explotación de minerales metálicos. Por el momento, en el país no existe actividad minera metálica en producción y, en el caso de las áreas protegidas e intangibles, está prohibida desde la nueva Constitución de 2008.

El 4 de febrero se aprobó en la consulta popular (pregunta 5) que no se permitirá la minería metálica en centros urbanos y el Presidente de la República manifestó a los inversionistas que tendrán absoluta seguridad jurídica. La minería se constituirá en un gran aporte a la economía; según cálculos oficiales, se prevén inversiones por $ 4.500 millones en los siguientes cuatro años, con más de $ 1.300 millones en ingresos para el Estado y con 25.000 nuevos empleos. “Para los próximos años tendremos mejores condiciones para los inversionistas, seguridad jurídica e incentivos tributarios que serán puestos a consideración del Presidente de la República”, manifestó en una entrevista a Medios Públicos la ministra de Minería (encargada), Rebeca Illescas.

Según la funcionaria, la participación de este sector en el Producto Interno Bruto de Ecuador pasará de 1,3% al 4%. Según los informes más actualizados, en Chile y Perú el PIB minero es del 13% y el 15%, respectivamente. Hoy existen 270 concesiones entregadas en los dos últimos años para la exploración y con un mínimo impacto ambiental. Históricamente existe la minería artesanal y el Ministerio de Minería trabaja para regularizar a ese sector con ayuda tecnológica para que cumpla su actividad correctamente. (O)