Casualmente en año electoral surgen las “comisiones anticorrupción”. Y sí es cierto que hay que combatirla desde cualquier frente y modalidad, la corrupción es uno de los peores males de nuestro planeta. Bastaría revisar lo que ha pasado con la FIFA y el gran número de banqueros aliados a ciertas autoridades y gobiernos. Pero esa lucha exige también unos umbrales de ética y responsabilidad pública.

Si por el puro afán exhibicionista y político vamos a escuchar ‘denuncias’ que luego se evaporan con el viento y el tiempo no tiene ningún sentido esa ‘tarea patriótica’, como se autocalifican quienes la emprenden. Seguramente estos meses aparecerán más ‘casos’ y serán los mismos que ahora son entrevistados con una aureola de moralismo quienes salgan a decir que todo está podrido. Ya estamos viendo en determinados espacios de las redes sociales desempolvar correos y mensajes con el claro afán de generar un escándalo mediático.

Pero son los mismos que de otras autoridades o instituciones no dicen ni pío. Por ejemplo, un alcalde compró en más de medio millón de dólares una casa al contado apenas se posesionó y ninguna comisión o bloguero ha dicho nada. Claro, todo es proselitismo. (O)