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Las cifras del Banco Central están a la mano de todo ciudadano. Ahí, por si las dudas, está la evidencia o el mapa de la economía nacional. Y por si fuera poco, el mismísimo FMI también tiene y exhibe cifras de Ecuador que no se divulgan en su totalidad. Por ejemplo, según el Banco Central, la liquidez del sistema financiero privado goza de muy buena salud. Así, por solo mencionar una cifra: el índice de la liquidez pasó del 24,8% en 2015 al 31,9% en lo que va de 2016.
¿Esto nos da un mensaje o explica de algún modo lo que ocurre en la economía? Por supuesto que sí: la plata depositada es fruto del trabajo de las empresas y personas de todo el país. Y por ahora se mantiene ahí, precisamente porque la distorsión de los diagnósticos o la desinformación impiden que se pueda aprovechar para proyectos productivos o emprendimientos nuevos.
Y no queda ahí: porque si se revisan los datos del FMI para los próximos 5 años sobre deuda pública, ingresos e inversión nacional y extranjera, no estamos al borde del colapso que pronostican los agoreros del desastre. Por eso, la responsabilidad con los datos es ley suprema ahora. (O)