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La articulista del diario El Universo, con mucha pedantería y manifiesta ignorancia, habla sobre el primer diario público El Telégrafo del siguiente modo:
“Otro ejemplo es la ‘inversión’ en ‘la rotativa más moderna de América Latina’ de diario El Telégrafo, que a pesar de ser permanentemente subsidiado por la obligación que tienen las instituciones públicas de pautar en él y comprar sus ejemplares, generó pérdidas acumuladas entre 2007 y 2010 de $ 3 millones”.
Para su conocimiento y de nuestros lectores: la rotativa de la que habla se inauguró en abril de 2011. Y ella, como parte de un diario, debe saber que una rotativa no solo produce un periódico y que las inversiones no se recuperan al año siguiente, pues habla en su artículo de los “fetiches” de la inversión pública. La nuestra, además de El Telégrafo, imprime otros diarios, no solo públicos y gubernamentales, sino privados, sin descontar la impresión de libros y otros materiales educativos y de difusión masiva, como lo prueban nuestros clientes, agradecidos todos de contar con la más moderna rotativa de América Latina a su servicio.
Su ignorancia atrevida le permite decir que las instituciones públicas están obligadas a pautar. ¿Tiene pruebas de ello? ¿No ha mirado en las páginas del diario publicidad privada? Suponemos que no lo lee porque no es tolerante de la opinión ajena, como ella reclama de otros sin asumir su condición intransigente. Lo mismo dice que están obligadas, esas instituciones, a comprar ejemplares.
¿Por qué no le cuentan los directivos de su diario quiénes y cuántos compran nuestro diario y por qué nos tienen tanta bronca “comercial”? ¿Sabrá Gabriela Calderón que El Telégrafo es el único diario que circula en las 24 provincias del Ecuador? No, no se lo han informado los directivos de su diario porque quizá ese dato lo ocultan para no manchar el eslogan con el que se jactan sin sustento en la realidad.
Cuando quiera y pueda, la articulista puede visitar las instalaciones de El Telégrafo para que, con los datos en la mano -por lo menos-, rectifique o pida disculpas por escribir desde la ignorancia.