El ‘superpoderoso’ G-8 se ha reunido sin Rusia. Esta exclusión, contrariamente, pone a ese país por encima de los demás, hace de su soberanía y de sus políticas un símbolo de lo que los otros siete no pueden, mucho menos con lo que dicta uno de ellos.
Sin embargo, ¿Rusia está condenada al ostracismo en una especie de bloqueo económico al estilo de lo que se hizo con Cuba? No, para nada, pero parece que en esa línea se conduce la mayor hegemonía militar del mundo.
Y a la vez prueba cómo las acciones de unas naciones reciben ‘castigos’ simbólicos de este tipo, mientras otras que invaden, matan asesinan, dejan destrozos y hasta llevan presos a islas de otras repúblicas reciben premios Nobel de la Paz y hacen caso omiso de las medidas de organismos mundiales.