A partir de agosto, como informó el presidente Rafael Correa, los ecuatorianos iniciaremos un nuevo modelo de uso y consumo de energía para diversas actividades, fundamentalmente las que se realizan en el hogar.
Hay un plan completo que requiere mayor conocimiento y difusión en la ciudadanía. Si no se hace a tiempo, los grupos interesados en torpedear toda iniciativa y solución a problemas estructurales saldrán a desinformar, como ya ha ocurrido.
Más allá de eso, reemplazar el uso del gas licuado de petróleo por electricidad es un paso revolucionario para resolver varios problemas, entre ellos: bajar el monto de los subsidios en el presupuesto nacional, garantizar más seguridad en los hogares y favorecer el cambio de la matriz productiva urgentemente.