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El juez Patricio Pazmiño ha puesto la señal de alerta: el presupuesto directo que asigna la Organización de Estados Americanos (OEA) a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), luego de recortes, es de alrededor de $ 2,3 millones. Y ese monto es apenas el 50% de lo que necesita la entidad continental para funcionar. El resto se financia de España y Dinamarca que solventaban casi $ 3 millones, además de la cooperación internacional que incluye $ 1 millón donado por Ecuador. Frente a esta alarmante situación, el magistrado ha dicho que propondrá que el financiamiento total se haga con los aportes directos a la Corte sin la intermediación de la OEA. Pero también preocupa que por esta situación no se pueda afrontar sus tareas a plenitud, con todo el personal necesario y a tiempo completo. Y queda también la duda de si con esto lo que se busca realmente es disminuir el trabajo para que la Comisión Interamericana de DD.HH. sea la instancia que haga informes y denuncias a partir de una tendencia política y con el financiamiento directo de EE.UU. (O)