Publicidad
La vía Alóag-Santo Domingo es la principal ruta para quienes viajan de Guayaquil a Quito, y viceversa. Por eso se ha convertido en una carretera de importancia nacional.
Debido a las condiciones geográficas sufre derrumbes constantes, muy pocos de gran envergadura. En las últimas semanas fue centro de una disputa administrativa entre las prefecturas de Santo Domingo de los Tsáchilas y Pichincha. Ayer, ambas entidades lograron un acuerdo sobre la administración de los recursos que genera la vía a través de sus peajes.
Entre tanto, han ocurrido bloqueos. Es cierto que los conductores se han visto afectados por una doble tarifa, pero eso no es excusa para obstaculizar la libre movilidad de los ciudadanos. Es legal protestar, pero respetando los derechos de los otros y sus actividades económicas.
Las medidas de hecho no ayudan a resolver conflictos, sino que los agravan. El país requiere una solución a la disputa, para que el comercio fluya sin inconvenientes. (O)