El comunicado de ayer de la Asociación de Editores de Periódicos (Aedep) tiene tres virtudes y esconde algunas verdades, que no las expone porque desdice de su propio predicamento.

Las virtudes: por fin hay un reconocimiento de que este Gobierno ha hecho cosas buenas; que es quien debe liderar las políticas públicas y también, no está por demás decirlo, los periódicos aceptan que hay una legitimidad bien ganada en democracia y, por lo tanto, se sostiene una institucionalidad jurídica con autoridad.

Si con esos presupuestos trabajaran los directores de todos los diarios y revistas firmantes tendríamos otra agenda mediática. La gente conocería mejor lo hecho bien, para entender mejor la realidad. Y también la Aedep asume que los mayores problemas del Ecuador son la pobreza, las inundaciones, el narcotráfico y la falta de oportunidades. ¿Porque ellos lo dicen?

Sin embargo de eso, el propio comunicado desdice sus propósitos y anhelos de una convivencia pacífica y mayor respeto, porque no diferencia (no separa la paja del trigo) entre informar y hacer proselitismo político, entre opinar e injuriar, entre dejar a un lado las cosas buenas para solo titular y escandalizar con las malas, que no siempre son así, aunque incluso luego de verificadas no hay rectificaciones.

Si el llamado que hace la Aedep (donde en realidad solo hay cuatro o cinco empresas con 20 medios, que son los firmantes) lo trasladan a una agenda informativa más ecuánime, sin prejuicios, pensando en el país que dicen amar y respetar, sin confundir sus banderas empresariales e ideológicas con titulares sesgados, pues no estaría mal sentarse hablar, no con el Gobierno, sino con la ciudadanía.

A ella le deben responder y con ella deben dialogar para saber por qué ya no les cree como antes y no les compra como hace cinco años. El resto es colectivo, pero den ejemplo, por favor.