En una demostración de madurez política, el presidente Pedro Pablo Kuczynski compareció ante el Congreso de Perú el jueves para enfrentar lo que parecía ser una inminente destitución de su cargo por una causa que, para muchos, puede ser fatua, incluso poca cosa; sin embargo, para los peruanos tenía un enorme significado: la mentira.

Se podrá decir que la mayoría de políticos miente, que algunos entregan informes sobre la situación económica que a simple vista se perciben contundentes, pero luego, con los números a la vista, resulta que no cuadran con la realidad. Sí, el presidente de Perú mintió sobre una compañía de su propiedad que recibió pagos de la empresa constructora Odebrecht y estuvo muy cerca de ser separado de sus funciones. La acusación también era contundente: “permanente incapacidad moral”.

América Latina está acostumbrada a repetir los errores una y otra vez; y esta vez Kuczynski se salvó por muy poco. Para que el pedido de vacancia se haga efectivo se necesitaban 87 votos. Pero solo 79 votaron a favor, 19 en contra y hubo 21 abstenciones. Como ahora los políticos prefieren hablar a través de las redes, este fue el primer mensaje del mandatario al concluir el tenso debate y la votación: “Peruanos, mañana empezará un nuevo capítulo en nuestra historia: reconciliación y reconstrucción de nuestro país. Una sola fuerza, un solo Perú”.

Empresario con escasa experiencia política, Kuczynski asumió el poder hace casi un año y medio después de derrotar en las urnas por un escaso margen a la hija del expresidente Alberto Fujimori, actualmente en la cárcel y con un precario estado de salud.

Como muchos otros políticos latinoamericanos, el mandatario de Perú, a través de dos compañías de su propiedad, recibió de Odebrecht pagos por un total de $ 782.000. De lo que se vio en el debate, al fujimorismo lo que más le interesaba era la destitución del gobernante. El diario El Comercio de Lima resume que el debate estuvo más enfocado en intentar la vacancia definitiva de Kuczynski, que en demostrar la gravedad o no de las mentiras del empresario y presidente peruano. (O)