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Jornada de angustia y solidaridad con la familia de los secuestrados
13 de abril de 2018Desde que los dos periodistas y un conductor del diario El Comercio fueran secuestrados el 26 de marzo en el cantón Mataje, provincia de Esmeraldas, no se había vivido una jornada tan intensa como la de ayer. Una cadena radial colombiana envió unas fotografías a Fundamedios que, a su vez, las trasladó hasta las autoridades de seguridad y defensa de nuestro país.
Transcurrieron unas cinco horas desde que se conocieron las fotografías hasta la presentación del ministro César Navas en el ECU-911 para explicar que se efectuó un cuidadoso peritaje y que no se podía sacar una conclusión contundente. Junto a Navas estuvo el experto en criminalística Fausto Olivo, que presentó algunas especificaciones técnicas que tampoco eran concluyentes.
No se permitieron preguntas de los periodistas, fotógrafos y camarógrafos que esperaban más información.
Mientras eso ocurría se anunciaba el regreso del Presidente de la República desde Lima, a donde había viajado cerca del mediodía para participar en la VIII Cumbre de las Américas. En medio de la agenda de la cumbre, Moreno se reunió con los familiares de Efraín Segarra, Javier Ortega y Paúl Rivas. El Presidente decidió regresar a Ecuador, lo anunció en su cuenta de Twitter y parte de la prensa se trasladó a Tababela. A la Plaza de la Independencia también habían llegado periodistas, amigos y familiares que desde finales de marzo comenzaron a congregarse en ese histórico lugar para expresar solidaridad y un pronto retorno de los secuestrados.
La televisión interrumpía su programación habitual y mostraba perfiles y reportajes de Paúl, Javier y Efraín. Sus colecciones, aficiones, la familia, los hijos, todo, mientras la angustia por conocer qué pasó aumentaba con las horas. Una jornada sin dudas tensa para todo el periodismo nacional; el de Colombia era menos prolijo y daba por hecho un desenlace fatal. En las redes sociales las imágenes subían con toda libertad; ahí las formas importaban muy poco, el dolor de los familiares no se tomaba en cuenta. Los familiares vivieron la jornada más desconcertante desde que se produjo el plagio.
Este diario reitera su solidaridad a los familiares y a diario El Comercio. (O)