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Matilde rebelde. Matilde insumisa. Matilde resabiada. Matilde necia. Matilde pionera. Hay un antes y un después de la voz y la voluntad de Matilde Hidalgo. De esa mujer que nació hace 130 años y abrió el camino hacia el reconocimiento de los derechos de las mujeres ecuatorianas, de las latinoamericanas: de la mujer. Han pasado más de 100 años, pero su lucha sigue en la calle y las herederas de su legado son miles.
La herencia de Hidalgo se imprime en aquellas que no se quedan calladas, en aquellas que se hacen oír, en aquellas que pelean, que trabajan y construyen un mundo más justo. Los de ella, sus anhelos, también parecieron en su momento imposibles; se mostraban como insolencias ante los “valores” y “principios” que regían a la sociedad de la época.
Desde Medios Públicos hemos reconocido y reivindicado el pensamiento de la primera mujer en ejercer el voto en Ecuador. Incluso le rendimos homenaje en la edición 412 de Cartón Piedra. Aprovechamos este espacio para asumir una errata, pues en la portada del suplemento cultural publicamos que son 100 los años del natalicio, cuando en realidad son 130. Nos disculpamos por ello.
Lo relevante es ensalzar por qué ella trazó un horizonte en el frente de los derechos humanos. ¿Sabía que los padres de Matilde Hidalgo eran oriundos de Venezuela? ¿Conocía que en 1913 fue la primera mujer bachiller de Ecuador y que se graduó con honores?
La historia suele ser injusta porque no les da a ellas el espacio que merecen. Ella, tras su bachillerato, se formó en la Universidad de Cuenca y obtuvo una licenciatura en Medicina en 1919 y, dos años después, se doctoró en la Universidad de Quito. También fue la primera en recibir ese título. Fue madre y esposa; y eso no le impidió fajarse para que en 1924 se resolviera que “las mujeres ecuatorianas gozaban del derecho de elegir y ser elegidas”.
Ella sentó el precedente de sujeto político femenino para el país. Y no se conformó. En 1941 se convirtió en la primera mujer candidata y la primera mujer electa administradora pública en Loja con el cargo de diputada suplente. (O)