Durante 22 años seguidos las Naciones Unidas piden a EE.UU. que dé por terminado el bloqueo contra Cuba. Y en la última resolución son 188 países los que se suman a este petitorio.
Los daños producidos son incalculables. El bloqueo constituye una violación masiva, flagrante y sistemática a los derechos humanos
Dos votaron en contra y tres se abstuvieron. Por lo mismo, bastaría que Barack Obama, acostumbrado a hablar a nombre de la comunidad internacional, considere el criminal efecto de una política estadounidense de más de 50 años, promovida y hasta financiada por la comunidad cubano-americana contra los habitantes de la isla caribeña.
Como lo dijo el canciller Bruno Rodríguez: “Los daños humanos que produce el bloqueo son incalculables. Provoca sufrimientos y constituye una violación masiva, flagrante y sistemática a los derechos humanos”. ¿Qué espera EE.UU. para terminar con esta perversa medida?