Un problema que afecta a los países, especialmente a los en vías de desarrollo, es que efectúan fuertes inversiones, especialmente de infraestructura o de lo que en la actualidad se conoce como “megaobras” y que, por lo general, se salen del presupuesto previsto, tal como ocurrió, por ejemplo, con la Refinería del Pacífico, un proyecto que -si se hubiera concretado- permitiría al país refinar todo el crudo que produce, incluso exportar derivados del petróleo.

Esa obra costó $ 1.500 millones en la etapa inicial, que solo incluyó la nivelación del terreno y los estudios para la construcción. Este diario tuvo acceso a un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que en su parte medular señala que, a partir de la crisis financiera de 2008, el precio de las materias primas subió y en paralelo los gastos crecieron, pero de manera ineficiente.

El informe del BID aborda la situación de varios países latinoamericanos que, luego de un gasto público desmesurado, ahora tienen que ajustar sus presupuestos. El estudio de la entidad financiera sostiene que los gobiernos de América Latina y el Caribe (ALC) gastaron alrededor de $ 450.000 millones en compras públicas.

Las compras y las inversiones -advierte- son susceptibles a la ineficiencia y a la corrupción. Calcula que entre el 10% y el 30% de la inversión en proyectos de construcción financiados con dinero público “pueden perderse por la mala gestión y la corrupción”. Y agrega que el auge de las materias primas amplió en 25% el tamaño de la participación pública en los países de ALC.

La propuesta del BID apunta a lograr un gasto inteligente para evitar lo que ocurre actualmente en los países que han aplicado ajustes drásticos, que se manifiestan por la vía de la inversión pública de manera excesiva y sin orden. Esto podría comprometer la inversión privada como principal motor de la economía.

El Gobierno Nacional eliminó el régimen especial y la contratación “a dedo” que se utilizaba en el esquema de compras públicas, lo cual va a generar un ahorro al Estado de $ 400 millones por año. (O)