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Europa (y, ¿por qué no?, EE.UU.) todavía no entiende que en América Latina hay un símbolo de dignidad que sobrepasa cualquier consideración política neocolonial: Evo Morales.
Tras vencer muchas dificultades, él gobierna el país desde el cual salieron millones de toneladas de oro que enriquecieron a Europa y la colocaron en el lugar que ocupa. Bolivia es un país hermano que posee una vasta cultura, que no le pide nada a Europa.
Por eso, lo hecho por España, Italia, Portugal y Francia solo humilla a sus gobiernos y autoridades. Han quedado marcados para la historia al demostrar que no logran interpretar los signos de los nuevos tiempos. Y por lo mismo, la respuesta internacional de rechazo prueba una consigna válida para esta era: ¡Lo que es con Evo es con toda América Latina!