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El Departamento de Justicia abre el cofre y muchos se alborotan. Esta vez la información no sale de los ‘Papeles de Panamá’, son documentos oficiales del Gobierno de EE.UU. Para descifrar la trama íntima de este capítulo llamado Odebrecht y su vieja andanza corrupta por América Latina, no se puede ignorar cómo funciona la política exterior de Washington: nada, absolutamente nada es casual.
Si es así, ¿por qué divulgó un material que descuartiza la imagen de una de las mayores empresas de América Latina, cuando Brasil tiembla de nuevo con el golpista Temer al frente del barco? ¿O cuando en Ecuador se resucita a la misma empresa brasileña -expulsada por corrupta en el gobierno de Correa- que volvió al país a firmar otra tanda de contratos, entre cuyas contrapartes se cuenta a la actual administración del Municipio de Quito? La ‘bomba’ que lanzó EE.UU. sobre el territorio mediático nacional, ad portas de un proceso electoral que trae a mal andar a ciertos candidatos, no es casual.
Y que salgan todos los cueros al sol. (O)