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El eje central del discurso de 25 minutos en la Asamblea General de la ONU fue el plan social del Gobierno, “Toda una Vida”, que básicamente busca sacar de la marginalidad a miles de compatriotas que por diversas razones no han logrado superar la línea de la pobreza. El plan se llama así porque “queremos atender al ser humano desde su concepción hasta su partida”, explicó Lenín Moreno a los asistentes a la sesión que fue dirigida por la excanciller María Fernanda Espinosa. “Toda una vida viviendo para acertar y equivocarnos, para soñar, para construir, para amar”, manifestó el Presidente.
Durante la septuagésima tercera reunión del máximo foro mundial, Moreno marcó la política internacional de Ecuador, que se basa en los principios de la no intervención en asuntos de otros estados. Una mención breve pero contundente sobre Cuba y con un preámbulo en el que destacó la vocación libertaria de Jefferson y Franklin y de Estados Unidos como referente de la investigación científica y el desarrollo. Para concluir que “no entendemos cómo un país (EE.UU.) puede bloquear a un pueblo casi indefenso como Cuba”. También hizo un llamado a no intervenir en conflictos ajenos.
Sobre Venezuela afirmó que diariamente ingresan 6.000 hermanos venezolanos; los niños llegan a Ecuador con sarampión, difteria y poliomielitis; mujeres embarazadas que nunca se habían hecho un control. Para esos niños “bellos e indefensos” se han destinado 50.000 vacunas, chequeos de salud a un millón de hermanos que dejaron sus hogares en la mayor diáspora de la historia en nuestro continente. Invocó al Gobierno y al pueblo venezolano a resolver la crisis mediante un diálogo nacional, franco e inclusivo y recordó la invitación a los países de la región a asumir de manera práctica la solidaridad con los migrantes, los desplazados y los refugiados venezolanos. Que los países no se queden solo en declaraciones diplomáticas, “queremos una acción continental para encontrar una solución estructural a los problemas del hermano pueblo venezolano”. (O)