Sea cual fuere la organización y su ideología, sus dirigentes o militantes, cuando el Estado les da fondos para la campaña electoral (uno de los avances más importantes en la democracia ecuatoriana), la suprema obligación es administrarlos con ética y absoluta transparencia.
Ahora, cuando la Contraloría General de Estado denuncia el uso supuestamente irregular de ese dinero por parte de organizaciones partidarias, como Sociedad Patriótica, Pachakutik, MPD e ID, sus líderes tienen que responder con urgencia y papeles en mano. No es admisible que se haya usado ese dinero para otras cosas.
Si hay, como ha dicho el Contralor, 1.300 casos la cosa es seria y adquiere connotaciones de escándalo, mientras la oposición político-mediática calla y mira para otro lado.
Si hay 1.300 casos, la cosa es seria y adquiere connotaciones de escándalo, mientras la oposición político-mediática calla y mira para otro lado.