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Salvador Sánchez Cerén es un viejo ‘guerrero’ por la libertad y la justicia social. Ahora es el nuevo presidente de El Salvador. Durante muchos años combatió el terror establecido en su país por gobiernos y presencia extranjera. Como comandante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) es reconocido por su consecuencia política y apego a la ética.
Ratificados los resultados electorales, Sánchez Cerén es el quinto exguerrillero latinoamericano que asume el cargo presidencial de un país. Y ello, además, lanza un mensaje profundamente histórico y político: la guerrilla se jugó por la democracia y la paz, y ahora, en varios países, cambia la realidad a favor de los pobres y contra la injusticia, como lo quiso e hizo también Gustavo Petro, en Bogotá.