Hay un ‘conglomerado’ político y mediático en el Ecuador que se retrata por sí solo: si tenemos el segundo mejor salario básico dice que el desempleo es lo más grave; si bajan los índices de pobreza alude que no hay libertad de expresión; si crecemos en turismo critica que no hay vías de segundo y tercer orden. Y así pasa la vida buscando la quinta pata al gato. Ahora que se hacen los balances de fin de año parecería que gracias a ese conglomerado político y mediático vivimos en el peor de los mundos. Y es el grupo que pide que venga la inversión extranjera a borbotones. ¿Para qué vendría a la peor República del continente? Hay un libreto bien montado para generar zozobra y desconcierto, desazón y rechazo, aunque la foto de la realidad diga otra cosa. Nadie cree que vivimos en el paraíso terrenal. Todavía hay mucho por hacer y corregir, pero también habría que corregir ese libreto para que se ajuste a los grandes intereses de la nación. Con el nuevo año la llamada clase política debería apuntalar un nuevo discurso para desarrollar otros y mejores debates para bien de las mayorías. (O)